La política energética es un elemento fundamental que diseña el gobierno para encontrar soluciones eficientes para suministrar energía de forma segura, sostenible y a precios justos para todos.
En México, la política energética emprendida en los años 90 y sobre todo la reforma aprobada en 2013, impusieron una lógica mercantilista de apertura total para que los grandes capitales privados en particular las grandes trasnacionales resultaran beneficiadas de los megaproyectos energéticos haciendo a un lado al estado, quien perdió su misión rectora del mercado.
Ante ello, la actual administración federal y la propuesta de política de la próxima presidenta Claudia Sheinbaum, está basada en recuperar la soberanía energética, mediante la reorientación y modernización de la industria petrolera y el fortalecimiento y participación equitativa en la producción de energía en el país, mediante el funcionamiento de un mercado interior de energía plenamente integrado, que reduzca la dependencia de las importaciones e impulse la transición energética, mejore la competitividad, genere mayores empleos y el crecimiento.
Soberanía, seguridad, sustentabilidad, suficiencia energética y finanzas sanas son elementos clave para mantener el desarrollo y bienestar de la gente, por ello, Pemex y CFE deben seguir fortaleciéndose en beneficio de los consumidores domésticos y del desarrollo nacional.
Continuar con la estabilidad de precios de los energéticos como gasolina, diésel y la electricidad domestica e industrial. Aumentar la producción de gas natural para disminuir el nivel actual de las importaciones, mantener la producción de petróleo en 1.8 millones de barriles diarios, intensificar la petroquímica nacional, mayor impulso a la producción de fertilizantes e intensificar el uso de fuentes renovables de energía como las plantas fotovoltaicas, eólicas, hídricas, geotérmicas y de hidrógeno verde e intensificar el uso de la electromovilidad, con el aumento permanente del transporte eléctrico, tanto en el sector público como en el privado.
Adecuar un esquema que permita una planeación ordenada del Nearshoring con el objetivo de lograr un desarrollo regional basado en la suficiencia de recursos naturales, de energías, de facilidades en trámites e incentivos que permitan generar clústeres empresariales para captar inversiones que generen valor, bienestar y detonen polos de desarrollo, cooperación intersectorial y vocación regional.
La política energética es y seguirá siendo una oportunidad para que México aproveche sus recursos de forma racional, sustentable y con apego a los principios de soberanía nacional, eficiencia económica, utilidad pública y como palanca del desarrollo económico y social de todos los mexicanos.
Edgar F. Garza Ancira
Consejero Nacional de MORENA y consejero y asesor de empresas y consorcios de carácter multinacional.
X: @EFGANCIRA
