Regresar al trabajo después del parto es difícil. No solo por las semanas o meses alejada de la oficina, sino porque ahora eres una persona diferente. Es una transición como ninguna otra en la que todo está cambiando. De hecho, mucha gente vuelve del permiso parental y se plantea renunciar. Para evitar esto, te presentamos algunas recomendaciones para facilitar esta transición.
La práctica hace al maestro
Regresar del permiso parental a menudo implica ejecutar una nueva serie de logística complicada. Un gran consejo es que antes de regresar por completo, practiques poco a poco tu rutina. Comienza con lo básico: El primer día que vuelvas al trabajo no debería ser el primer día que tu bebé vaya a la guardería o se quede en casa con una nueva niñera. Deja al menos unas cuantas prácticas o pide a la niñera que empiece una semana antes.
Sinceridad ante todo
Tal vez no en el primer día de vuelta, pero en algún momento, necesitas tener una conversación honesta y directa con tu superior sobre las nuevas realidades de tu vida en relación con tu trabajo. Deja claro que sigues plenamente comprometida con tu trabajo y tu organización. Piensa en lo que necesitas de tu empleador y cómo hacer que su nueva situación funcione mejor para todos. Una buena opción es pedir consejo a tu superior sobre cómo volver a entrar con éxito. Sé sincera y realista sobre lo que se puede lograr en tus primeras semanas y meses de vuelta en el trabajo.
Para facilitar este proceso, te presentamos una lista de recomendaciones a seguir y evitar durante tu regreso a la oficina.
Adelante con:
- Hacer que tu agenda sea lo más predecible posible y comunicar tus planes a tus colegas. Comprende que puede que sea necesario hacer ajustes en el camino.
- Buscar el apoyo y el aliento de otros padres en el trabajo.
- No dudes en pedir flexibilidad si eso te ayuda a hacer mejor tu trabajo. Habla de lo que necesitas.
Mucho cuidado con:
- Hacer que el primer día que vuelvas al trabajo sea el primer día que tu hijo vaya a una nueva guardería. Práctica para que tú y tu hijo se acostumbren a la situación.
- Suponer que serás la misma profesional que eras antes del bebé. En su lugar, piensa en cómo modificar tus mejores atributos para que se adapten a tu nueva vida.