En septiembre de 1982, López Portillo, en su último informe, limpiándose una lágrima inexistente, anunció la expropiación de 33 bancos como medida política y “soberana”; ante la inflación de más del 70%, la fuga de capital, el incremento de la deuda pública y la visión de un gobierno paternalista y hegemónico, que podía hacer lo que le viniera en gana.
Usted querido lector, seguramente recordará, y si no sus padres se lo hicieron saber, que la incertidumbre, la especulación y la falta de confianza en México inundó las conciencias de millones de mexicanos, que sabían que sus ahorros y operaciones bancarias estaban en franco peligro, por lo que la fuga de capital se incrementó sustancialmente; miles de familias (las que pudieron) malbarataron sus propiedades, se fueron del país y llevaron sus ahorros a EE. UU. o Europa. Algunos otros, como fue el caso de mis padres con la empresa familiar, decidieron quedarse y atender una de las peores crisis que en ese entonces se vivía, aunque aún faltaba sobrevivir la de 1994. Porque bien decía Churchill: “nunca desaproveches una buena crisis”.
En ese sentido, he estado con varios empresarios y colegas, quienes están tomando decisiones de tajo respecto de sus inversiones, bienes inmuebles y capital; es decir, están vendiendo sus propiedades, comprando dólares, llevando sus ahorros al extranjero, o bien “esperando” un mejor momento para invertir en algún proyecto.
Es por eso que, creo que es buen momento para conocer las 5 mejores razones para confiar en México:
1. Nearshoring, la oportunidad es de todos
Entendiendo que el nearshoring busca encontrar proveedores cercanos, identificando y localizando los centros de producción, uno de los impactos en nuestro país es la reactivación de la cadena comercial. Las cifras no son menores, ya que en 2023 llegaron más de 36 mil millones de dólares por este “boom” de inversión. La estimación de este año es que alcance los 52 mil millones, lo que no me dejará mentir, hará mover la mano de Smith.
2. ¿Y la inflación y el dólar, apa´?
En términos de inflación, si bien en tiempos de COVID alcanzó la tasa niveles de casi 9%, cierto es que este indicador no representó un impacto negativo real, desde hace 6 años. Le podemos sumar también que, si bien en tiempos de AMLO el dólar tuvo una fluctuación considerable, siendo objetivos es que se apreció en más del 16%. Lo que nos permite concluir que el peso mexicano sorteó de manera positiva las coyunturas de la economía mundial. También hay que considerar que, en la política fiscal, no hubo incrementos en los impuestos.
3. Nuestros vecinos, nuestra garantía
El T-MEC considera compromisos en temas clave que incluyen contenido regional, combate a la corrupción, salarios, medio ambiente, comercio electrónico y patentes, todos encaminados al fortalecimiento del intercambio comercial en la región. Lo que nos permite visualizar un buen pronóstico en cuanto hace a sinergia regional, oportunidades para las PyMEs, la reducción de aranceles, el fortalecimiento de las telecomunicaciones, el e-commerce, las TI´s; y por supuesto, las empresas propiedad del Estado.
4. Tomar el toro por los cuernos
Después de haber sido aprobada una Reforma Judicial que movió los mercados, la Presidenta Sheinbaum en su primer discruso declaró que: “habrá Estado de derecho”; ofreciendo seguridad a las inversiones tanto nacionales como extranjeras; además de garantizar la autonomía del Banco de México, una política fiscal responsable y “una proporción razonable entre deuda y PIB”. A lo que el sector empresarial reaccionó de forma positiva, no sin antes enfatizar que atender la inseguridad que impera en el país es una prioridad a combatir en este sexenio.
4. Por amor a México
Seguramente quien me lee, tenemos una gran coincidencia, estamos enamorados de nuestro país, de cada rincón, de nuestra historia y de nuestros orígenes. De los olores, los atardeceres, sus playas y sus mares; las tradiciones, las artesanías, el campo, las pirámides, los museos, las haciendas y templos; nuestra comida, esa que nos recuerda a nuestra infancia con el caldo de la abuela. Nosotros somos México, y como empresari@s hemos puesto toda nuestra labor y amor a construir un gran país. Sigo creyendo que lo más valioso que tenemos en nuestra nación, son 130 millones de mexicanas y mexicanos que tenemos mucho que aportar para que la próxima década, México despegue como nunca antes. Pero lo que primero requerimos para que esto suceda, es confiar en nuestro querido país que tanto nos ha dado, es por ello que si bien esta es la quinta razón para confiar, considerando la premisa de que “no hay quinto malo”, estoy convencida que una vez que termine de leer mi colaboración a esta revista, el amor a México será la razón suficiente (sumándole las cuatro primeras), para confiar y seguir invirtiendo en el lugar que nos vio nacer.
Hay más oportunidades y desventajas de las que creemos, es solo entender la coyuntura en la que vivimos y sacarle el mejor provecho a un país que da mucho más que ideologías, filias, fobias, hegemonías, oligarquías, democracias y polarizaciones; así tal cual, como sucedió en ese 1982 o 1994. ¿No lo cree?
Josefina Murrieta Ayala
MBA en Economía y Negocios, Negociadora (IPADE), Estratega y consultora.
Articulista.
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