La llegada de la primer Presidenta de México al poder no solo es el logro de objetivos muy claros y de gran impacto en la lucha por la igualdad y la equidad de género, es el resultado del esfuerzo y activismo de muchas mujeres que han sido la base y los cimientos sobre los cuales se está construyendo el futuro de nuestra Nación. Gracias a esas mujeres valientes y decididas que allanaron el camino, hoy estamos aquí trabajando por la transformación libre de violencia de género y discriminación en congruencia con un modelo político, económico, social y cultural impulsado desde el Poder Ejecutivo para lograr que México se perfile como un País, innovador, de derechos e incluyente.
Hoy nos encontramos en un momento trascendental de nuestra historia, en donde la lucha por los derechos de las mujeres sigue vigente para alcanzar logros notables, pero sin olvidar que aún hay desafíos por superar.
La pugna por la equidad de género no sólo les pertenece a todas, tenemos una responsabilidad compartida en la que cada protesta, cada movimiento y cada voz que se alce, contribuya a crear espacios para ellas en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.
La implementación de políticas que combatan la inequidad de género, no debe quedarse en el papel, el principal reto que hoy tenemos es romper esas brechas y reforzar esas políticas para que sean una realidad.
Debemos seguir impulsando la participación activa de las mujeres en todos los niveles de la toma de decisiones. Se necesitan más mujeres en puestos de liderazgo, desde la política hasta los negocios y la sociedad civil, para asegurar una representación justa que nos coloque a la altura de este momento histórico que estamos viviendo.
Termino diciendo que este cambio no es un evento único, sino un proceso continuo en el que no se trata solo de cambiar estructuras, sino de cambiar mentalidades. ¡Es Tiempo de Mujeres!
Trabajemos por un México en donde todas, todos y todes podamos vivir y generar desarrollo libre de machismo y discriminación.