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ELECTROMOVILIDAD: HACIA UN FUTURO SUSTENTABLE

La electromovilidad, entendida como la utilización de vehículos eléctricos (VE) y tecnologías relacionadas, tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando se desarrollaron los primeros automóviles eléctricos. A pesar de su temprano inicio, la popularidad de estos vehículos fue eclipsada por los automóviles de combustión interna, que ofrecían mayor autonomía y rapidez. Sin embargo, a medida que las preocupaciones sobre el cambio climático y la contaminación del aire han aumentado, el interés por la electromovilidad ha resurgido como una solución viable para un futuro sustentable.

En la actualidad, la necesidad de adoptar la electromovilidad es evidente. Las ciudades enfrentan problemas de calidad del aire y emisiones de gases de efecto invernadero, lo que ha llevado a gobiernos y organizaciones a buscar alternativas más limpias. Los vehículos eléctricos no sólo reducen la contaminación local, sino que también ofrecen la posibilidad de utilizar energías renovables, disminuyendo la dependencia de combustibles fósiles.

Imagen de frimufilms / Freepik

La cantidad de autos eléctricos en el mundo ha crecido exponencialmente. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2024 existen más de 26 millones de vehículos eléctricos en circulación a nivel global, con una proyección de que este número podría alcanzar los 145 millones para 2030. En México, la situación es más incipiente, con aproximadamente 74,000 vehículos eléctricos e híbridos registrados hasta 2024. Sin embargo, se espera un crecimiento significativo gracias a incentivos gubernamentales y la creciente infraestructura de carga.

El crecimiento de los autos eléctricos no sólo se refleja en el número de vehículos, sino también en la inversión en infraestructura de carga y en la producción de baterías. Las empresas automotrices están destinando recursos significativos para desarrollar modelos eléctricos y mejorar la tecnología de baterías, lo que a su vez reduce los costos y mejora la accesibilidad de estos vehículos. Países como Noruega, donde más del 82% de los autos vendidos son eléctricos, sirven como modelos a seguir.

Imagen de frimufilms / Freepik

La migración hacia un mundo verde y sustentable es crucial. La electromovilidad es un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático, y su adopción masiva podría contribuir significativamente a la reducción de emisiones. Además, los beneficios económicos de la electrificación del transporte son evidentes, desde la creación de empleos en el sector de energías renovables hasta la disminución de costos en salud pública asociados a la contaminación.

En conclusión, la electromovilidad representa una oportunidad única para transformar el transporte y crear un futuro más limpio y sostenible. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos ambientales sin precedentes, la transición hacia vehículos eléctricos se convierte en una necesidad imperante. Es fundamental que tanto los gobiernos como la industria y la ciudadanía trabajen en conjunto para hacer de la electromovilidad una realidad accesible y eficiente para todos.

Fernando Brizuela

Ingeniero y Empresario.
In: @fbrizuelac

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