Por Rocío Alonso
En el cambiante y desafiante escenario de los negocios, el mes de marzo no solo marca el inicio de la primavera, sino que también celebra y reflexiona sobre el papel fundamental de las mujeres en el mundo empresarial. Durante las últimas décadas, hemos sido testigos de un progreso notable en la participación y el liderazgo femenino en diversos sectores económicos. Sin embargo, este avance está lejos de ser completo, y aún persisten desafíos significativos que requieren atención y acción continua.
El ascenso de la mujer en los negocios es una historia de perseverancia, resiliencia y lucha contra las barreras estructurales y culturales. En las décadas pasadas, las mujeres han pasado de ser relegadas a roles secundarios a desempeñar roles de liderazgo en empresas multinacionales, dirigir startups innovadoras y ocupar puestos clave en consejos de administración. Este cambio ha sido impulsado por una combinación de factores, que incluyen cambios socioculturales, avances legislativos y el reconocimiento cada vez mayor del valor de la diversidad de género en el entorno empresarial.
Uno de los hitos más significativos en esta evolución ha sido la creciente presencia de mujeres en posiciones ejecutivas y de liderazgo. Las mujeres están rompiendo el techo de cristal y ocupando roles de CEO, presidentas de empresas y directoras financieras en una escala sin precedentes. Este avance no solo es un logro para las mujeres individualmente, sino que también beneficia a las empresas y a la economía en general, ya que la diversidad de género en la toma de decisiones ha demostrado mejorar el rendimiento empresarial y la innovación.
Además del liderazgo ejecutivo, las mujeres también están dejando su huella en el mundo empresarial a través del emprendimiento. El número de mujeres emprendedoras ha aumentado significativamente en las últimas décadas, con un crecimiento especialmente notable en industrias como la tecnología, la salud y la sostenibilidad. Estas mujeres están desafiando las normas establecidas, construyendo empresas desde cero y contribuyendo de manera significativa a la creación de empleo y al crecimiento económico.
Sin embargo, a pesar de estos avances, las mujeres en los negocios todavía enfrentan numerosos desafíos. Las disparidades salariales persisten, con las mujeres ganando en promedio menos que sus contrapartes masculinas por el mismo trabajo. Además, las barreras para el avance profesional, como la discriminación de género y la falta de acceso a oportunidades de desarrollo, continúan obstaculizando el progreso de muchas mujeres en el mundo laboral.
La pandemia de COVID-19 exacerbó aún más estas desigualdades, con mujeres enfrentando una mayor carga de cuidado no remunerado y viéndose afectadas de manera desproporcionada por la pérdida de empleo y el cierre de negocios. Para construir un futuro mas equitativo y próspero, es crucial abordar estos desafíos de manera integral, implementando políticas y prácticas que promuevan la igualdad de género en todos los niveles de la sociedad y la economía.
En este mes de la mujer, es importante reconocer los logros alcanzados por las mujeres en los negocios y renovar nuestro compromiso de trabajar hacia un futuro donde la igualdad de género sea una realidad en todos los aspectos de la vida empresarial. Celebrar el éxito de las mujeres en los negocios es fundamental, pero también lo es reconocer y abordar los obstáculos que aún enfrentan en su búsqueda de igualdad de oportunidades y reconocimiento. Con determinación y colaboración, podemos construir un mundo empresarial más inclusivo, diverso y próspero para todas y todos.
