LEER REVISTA
DIGITAL

LA GENERACIÓN Z HUELE A GOURMAND: LA TENDENCIA QUE SABE A NOSTALGIA

Durante décadas, la perfumería masculina se definió por un estricto código olfativo: las notas amaderadas dictaban la fuerza, las cítricas la energía y las acuáticas la frescura. Sin embargo, la Generación Z está rechazando esta tradición, buscando en el aroma una forma de expresión mucho más audaz, divertida y personal.

En este contexto de autenticidad y sorpresa, la tendencia Gourmand ha explotado. Inspiradas en notas dulces y adictivas como la cereza, el durazno, la vainilla o el praliné, estas fragancias apelan directamente al placer y a la memoria emocional. Este cambio es profundo: si el 68% de los jóvenes prefiere aromas distintos a los de sus pares, queda claro que para ellos, el perfume ha dejado de ser un complemento para convertirse en una declaración de identidad.

Lo fascinante es cómo este lujo olfativo se ha democratizado. Lo que antes estaba reservado para nichos de alta perfumería, ahora es accesible para el consumo diario. Este viraje se evidencia en el mercado masivo, donde grandes marcas como AXE se asocian con perfumistas de casas de renombre como Givaudan o Firmenich para llevar la calidad premium a productos cotidianos.

 

 

Ejemplos como la irrupción de notas de cereza y manzana sobre fondos cálidos, o la mezcla de durazno con la cremosidad de la vainilla, demuestran la sofisticación de esta nueva ola. Son aromas modernos, adictivos, diseñados no solo para oler bien, sino para destacar y generar un impacto.

En resumen, el sector ha entendido que a la Generación Z ya no le basta con un aroma funcional. Busca una propuesta innovadora y accesible que se alinee con su necesidad de expresión sin complejos. Más que seguir una moda, el mercado está redefiniendo lo que significa oler bien, proponiendo una idea más poderosa y memorable: oler delicioso.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *